Las bombas de calor se caracterizan por ser un sistema que ofrece una gran eficiencia con respecto al suministro de energía. Su alto rendimiento se conoce como OP y acostumbra a encontrarse en un valor de 3-3.5.
Su eficiencia llega a tal punto de beneficio que, por cada kW eléctrico empleado, logra un mínimo de 3kW térmico. Esta alternativa en climatización no están pensados para climas muy fríos, momentos en los que son más recomendados los sistemas de tecnología "Inverter"m los cuales cuentan con un compresor de potencia adaptable. Un compresor de tipo inverter se basa en un sistema de potencia adaptable, funcionando con una mayor potencia cuando la potencia no se encuentra próxima a la que marca el termostato, y con una menor intensidad cuando el cambio de temperatura no es tan acusado. Esta tecnología optimiza el funcionamiento de las instalaciones e incrementa el rendimiento del sistema.
Dependiendo de dónde se consiga el calor y teniendo en cuenta el fluido empleado para su transmisión, se diferencian 3 tipos de bombas de calor:
Bomba de Calor Aire-Agua
Consigue el calor del exterior y lo dirige al interior mediante un circuito de calefacción basado en agua.
Bomba de Calor Agua-Agua
Mediante un río, pozo o lago se consigue la extracción del calor, el cual se dirige al circuito que se encarga de su calentamiento o refrigeración.
Bomba de Calor Aire-Aire
Se trata de la más habitual, la cual consigue la energía a través del aire del exterior, para posteriormente enviarlo al interior en forma de aire.